lunes, 9 de septiembre de 2013

Ensayo: Beneficios de la música en el rendimiento escolar


Introducción
            El sistema educativo chileno se encuentra en una situación preocupante en cuanto a la desvalorización del desarrollo del área artística musical. Las asignaturas científico-matemáticas y de lenguaje y comunicación son la prioridad en el currículo nacional y la sociedad. Los resultados en torno a estas áreas de desarrollo determinan el grado de éxito y rendimiento escolar de los alumnos.
            Sin embargo, la Educación Musical significa un beneficio importante para el rendimiento escolar. La presencia de la música en el crecimiento vital de los niños tiene implicancias positivas en diversos ámbitos, especialmente en los planos cognitivo, social y emocional, por lo que constituye un medio ideal para el aprendizaje de habilidades de resolución de problemas. Restarle importancia a esta disciplina sería un perjuicio al logro del máximo desarrollo integral que pueden alcanzar los niños.
Desarrollo
            En el plano cognitivo, las ciencias, matemáticas y lenguaje son disciplinas cuyo aprendizaje implica, principalmente, la especialización del hemisferio izquierdo cerebral. En palabras de José Cotto (2009) este hemisferio controla el lenguaje, el pensamiento numérico y analítico. A partir de este supuesto, se puede afirmar que, al igual que en el escenario nacional,  “(…) la cultura occidental ha priorizado desde siempre los aprendizajes relacionados con el hemisferio izquierdo con un desmesurado interés por todo lo analítico y lineal […] y por desprestigiar el desarrollo de la creatividad frente a otras áreas más técnicas” (Pascual, 2002, p.29). Por tanto, se ha desplazado la estimulación del hemisferio derecho, el cual involucra habilidades artísticas y musicales (Cotto, 2009).
            Debido a estas prácticas se está poniendo en una situación desfavorable el funcionamiento cognitivo equilibrado de los dos hemisferios. Frente a esto, la Educación Musical aparece como una oportunidad para impulsar el desarrollo tanto del hemisferio izquierdo como el derecho. Aunque, en general, se relacione la música con el hemisferio derecho exclusivamente – improvisación, creatividad, percepción, emoción musical, entre otras - la intensificación de su trabajo provoca una participación crucial del razonamiento lingüístico y lógico-matemático, además de estructurar el razonamiento y la forma de trabajar (Casas, 2001). De esta manera, los procesos de creación, ejecución o audición de una obra musical benefician el equilibrio cognitivo.
            En cuanto a lo social, la Educación Musical, especialmente la práctica de conjunto instrumental o vocal, se presentan como una oportunidad que “favorece la cooperación grupal y la integración del niño/a en un grupo en el que todos los miembros son igual de importantes en la consecución de un fin común” (Pascual, 2002, p. 266). Los vínculos sociales que se establecen a través del trabajo en equipo dan a los niños un sentido de pertenencia en un grupo con el cual comparten los mismos desafíos y motivaciones. Esta pertenencia genera un ambiente de confianza que incentiva la participación activa en la toma de decisiones y el deseo de compartir las capacidades y logros individuales: “Trabajar en equipo constituye una oportunidad de crecimiento personal y un verdadero triunfo social que facilita la superación individual ayudando a los demás mediante la capacidad de entrega, de integración y tolerancia” (Arriagada, s/f, p.1).
            La música propicia espacios de encuentro con el otro, espacios de socialización:  
            (…) los beneficios de enseñar a los niños/as a ser sociables son inmensos, y esto             se ve reflejado en lo inmediato y a largo plazo, para ellos/as el mundo es mucho         mejor. Podrán comunicarse adecuadamente y se hacen entender, les es más fácil   resolver los conflictos interpersonales, les ayuda a adaptarse a los cambios, son      más seguros de sí mismos (Fernández, 2011, p.1).
            Por otra parte, al ser capaces de comunicarse de manera adecuada, se aprende a crear en conjunto, valorando los aportes de los demás y respetando normas sociales, como por ejemplo la escucha atenta a las distintas opiniones. Además, se desarrolla un sentido de responsabilidad frente a un trabajo colaborativo y una postura crítica respecto de lo que se hace, trabajando así el pensamiento reflexivo y la metacognición. La música, por lo tanto, se constituye como un espacio de mejora en el desempeño escolar al permitir el aprendizaje del trabajo con los pares, aspecto necesario en todas las disciplinas presentes en la escuela.
            En lo emocional son muchos los factores que se desarrollan gracias a la  Educación Musical. En primer lugar, la creación musical implica, entre otras cosas, el descubrimiento y la expresión de emociones: “Tantas mayores oportunidades existan para la propia expresión y la exploración de posibilidades, mayor será el potencial para la formación de sí mismo” (Garretson, 1980, p.3). Por lo tanto, será también esta formación personal la que proporcione herramientas emocionales para desenvolverse en las diversas situaciones escolares y lograr así un mejor rendimiento.
            En segundo lugar, la Educación Musical contribuye a la autoestima física, en cuanto a la valoración de las propias destrezas, a la social fortaleciendo el trabajo cooperativo y respeto, la académica, ya que hace sentir al niño privilegiado por sus habilidades y capaz de potenciarlas, y por último, a la autoestima ética, practicando la responsabilidad y sabiéndose capaz de cumplir sus compromisos y percibiéndose con más virtudes que defectos (Casas, 2001). Esta autoestima conlleva a una mejora en el autoconcepto, lo que permite enfrentarse con confianza y seguridad a la escuela, visualizando sus actos y decisiones con un resultado exitoso.
            Por último, la práctica musical, ya sea coral o instrumental, requiere de una constancia en la ejercitación y una tolerancia a la frustración que permiten, al igual que la expresión de emociones y la mejora en la autoestima, una predisposición positiva ante el logro de objetivos y el reconocerse a sí mismo como capaz de triunfar en los distintos desafíos con los que se encuentre a lo largo de la etapa escolar, a pesar de todos los obstáculos que se le opongan: “Los niños logran más cuando se los estimula a pensar de una manera positiva en sus habilidades y logros, consiguiendo al mismo tiempo un mayor desarrollo” (Mills, 1997, p.23).
Conclusiones
            Los docentes en Chile, ante un panorama nacional  en el que se ha desvalorizado en gran medida la enseñanza de la música, deben tomar un rol activo en el desarrollo de las horas de Educación Musical disponibles en la escuela que haga frente a esta problemática. Para esto, deben ser conscientes de los beneficios de la Educación Musical, y así generar espacios de oportunidades, caracterizados por la creación, ejecución y audición con énfasis en la libertad, exploración y expresión personal. Sin embargo, “esto no significa dispersión y relajo, en lo absoluto. En todo trabajo creativo hay esfuerzo de por medio y mucho rigor (…) en arte se nos permite sólo un gesto libre; todo lo demás es disciplina” (Guerrero, 2009, p.12). Está en los docentes instaurar esta disciplina, resignificando la importancia de la música, dándole valor a su presencia en la escuela.
            A modo de conclusión, la Educación Musical significa un beneficio importante para el rendimiento escolar, a medida que logra un equilibrio cognitivo gracias a la estimulación de los dos hemisferios cerebrales, que proporciona espacios de encuentro y trabajo colaborativo e implica una oportunidad para la expresión de emociones, la mejora en el autoconcepto y en la perseverancia, todas herramientas que deberían ser entregadas por la escuela para un desarrollo íntegro en cada uno de los alumnos.
 
 
 
 
 
 
Bibliografía
Arriagada, G. (s/f). Liderazgo y trabajo en equipo. Recuperado el 4 de Septiembre del 2011, de: http://www.revistamarina.cl/revistas/2002/3/arriagada.pdf
Casas, M. (2001). ¿Por qué los niños deben aprender música? Colombia: Editorial Colombia Médica.
Cotto, J. (2009). El aprendizaje del cerebro y la educación preescolar: Tesina sometida como requisito para el grado de maestría en administración de centros preescolares. Universidad Metropolitana. Recuperado el 4 de Septiembre del 2011, de: http://www.suagm.edu/umet/biblioteca/UMTESIS/Tesis_Educacion/Adm_Sup_Centros_Pre/JCottoRivera.062309.pdf
Fernández, V. (2011). Importancia de la socialización en los niños y niñas. Recuperado el 4 de Septiembre del 2011, de: http://www.educando.edu.do/articulos/familia/importancia-de-la-socializacin-en-los-nios-y-nias/
Garretson, R. (1980). La música en el plan de estudios de la escuela moderna: La música en la educación infantil. España: Diana.
Guerrero, L. (2009). Cómo y por qué enseñar música a los niños pequeños. Lima, Perú.
Mills, J. (1997). La música en la enseñanza básica: Los profesores de enseñanza básica y la música. Chile: Andrés Bello.
Pascual, P. (2002). Didáctica de la música para Primaria: El niño sujeto de la Educación Musical. Desarrollo evolutivo en relación con la Educación Musical.  España: Pearson.
Pascual, P. (2002). Didáctica de la música para Primaria: Los instrumentos. España: Pearson.